"Vuelve a decirme que no" Ángela Molina Llorente

Hace ya algún tiempo que la página está algo parada por motivos de trabajo, sin embargo, lo prometido es deuda e intentamos seguir ofreciendo las mejores reseñas, hoy reseñamos "Vuelve a decirme que no" de la ceheginera Ángela Molina Llorente.



Los amantes del verso saben que en la actualidad existen 2 corrientes poéticas, la primera, impulsada por editoriales como Frida o Espasa se ha establecido en los últimos 5 años, es una poesía sencilla, que poco tiene que ver con una estructura, una métrica, una musicalidad o una rima. sino que más bien exalta el sentimiento puro del autor reduciéndolo a un mínimo de significado para que llegue a una mayor parte del público, en términos comunicativos esta poesía utiliza muchas facetas del espectáculo en busca de más gente que la lea. La segunda corriente, impulsada por editoriales como Visor de poesía o Hiperión se establece desde antes, quizás el pionero sea García Lorca, aunque buscamos una poesía más actual, la llamada "Poesía de la experiencia", una poesía mucho más cuidada y compleja donde la musicalidad, la metáfora y la cadencia del verso tiene una gran importancia.

En el caso de Ángela se acerca mucho más a la primera corriente, siendo cierto que la musicalidad que consigue es muy buena y que sus figuras poéticas, cargadas de sencillez están también cargadas de una fuerza sobrecogedora. 


En algunos poemas de apenas dos versos vemos clara la sencillez de la que hablamos, una concepción de ideas muy simple y directa que nos transmite un sentimiento muy único y espontáneo, con esas letras mayúsculas que nos gritan directamente la palabra que ha fraguado dicho sentimiento. 


Otros tienen una inspiración que se acerca a la poesía erótica, resaltando lo carnal, pero también el sentimiento, utilizando palabras suaves como "bonito" hace que el verso caiga transmitiéndonos una calma interior, pero también una fuerza increíble, la calma y la fuerza que te da estar enamorado. 


Mientras, en otros sus figuras poéticas desprenden un significado que trasciende la metáfora, su fuerza se deja patente en estas lineas donde recoge el símbolo del sol al mismo tiempo ardiente y cálido, pasional y tranquilo, como una tarde de verano. 

Como podemos observar la poesía de Ángela tiene un toque muy adolescente, es un poemario recomendado para esos chicos y chicas enamoradas de 15, 16 y 17 años, incluso por la fuerza de algunos de sus poemas se puede ampliar hasta esos jóvenes-adultos de 22-23 años, sin embargo, no es el poemario apropiado para un público más adulto y exigente, simplemente por que lo que pretende es llegar a un público general y no a esos lectores ávidos de una novela de García Márquez o un poemario de Raquel Lanseros. 

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