Sobre héroes y tumbas, Ernesto Sábato.

Cuando empecé Sobre héroes y tumbas tenía en cuenta que me encontraba frente a una gran obra de lo que denominan el realismo mágico, ese estilo literario que construyó la identidad de la escritura durante muchos años en América Latina. Y sí, Ernesto Sábato teje ese estilo durante la novela de forma implacable. Al principio construye un mundo con una realidad cruda y desamparada, la realidad de américa latina. En este inicio la magia se deja entrever en las pequeñas reflexiones que el autor nos va dejando mientras cuenta una historia como son mil historias de este continente, llena de agonía y desesperación, de un vacío identificativo que recorre a los personajes de Martín, Alejandra y Bruno. Esas pequeñas reflexiones se enriquecen con esa pequeña porción de magia en la que los sentimientos, las emociones y los sentidos son apelados con la mágica palabra de uno de los mejores lenguajes narrativos que he encontrado nunca.

Y en medio de todo este recóndito espacio al que nos lleva Sábato aparece "Informe sobre ciegos" ,la tercera de las cuatro partes del libro en el que la magia desborda por completo a Fernando, protagonista antes fantasma que en esta parte pasa a un primer plano. Fernando construye con una diabólica y esquizofrénica obsesión un informe sobre sus peores enemigos, los ciegos. En esta parte de la novela, Fernando se lleva hacia un estado de éxtasis de la locura con su investigación y Sábato construye esto a través de ensoñaciones, parajes místicos y angustiosos, recorridos incesantes que transita el personaje y reflexiones obsesivas y compulsivas que dejan entreveer la pequeña verdad detrás de la máxima de las locuras.

Así, Ernesto logra un equilibrio perfecto entre la realidad y la magia en su novela, pasando por momentos de auténtica crudeza e impacto por su realidad, hasta momentos de pura magia y locura. Y en este tránsito entre la magia y lo real, Ernesto construye una historia sobre un personaje principal que queda detrás, en las sombras, América Latina. Sábato escribe sobre una tierra construida sobre héroes y tumbas, habla sobre el pasado bélico de esta tierra en pequeños espacios construidos con caligrafía en cursiva en los que el general Lavalle lucha por una tierra sin identidad, sin rostro. Se nos ofrece la visión del pasado de esta tierra, un pasado místico, lleno de magia, en el que los indígenas vivían en libertad, ajenos a los cambios que sufría el mundo. Y después de ofrecernos la imagen nostálgica de ese pasado,la rompe con la cruda realidad de las grandes ciudades, de los humanos como máquinas movidas por engranajes, de la monotonía y la soledad, de la angustia y el miedo más existencial, el miedo a dejar de ser lo que realmente somos. Esto nos deja ver esa pérdida de la identidad de la que he hablado, ese "no saber" que lleva a los personajes hacia las ensoñaciones más recónditas de la mente, esa misma ausencia de sentido que lleva a Martín a perderse en los brazos de un torrente como es Alejandra.

Martín se busca constantemente a sí mismo en la obra, busca algo que le haga despertar de lo que parece un letargo eterno y cree encontrarlo en Alejandra, pero no es así. Alejandra sumerge a Martín en un sueño todavía más profundo y se muestra con esto a un Martín manipulado, completamente ajeno a lo que pasa a su alrededor, como dejándose llevar por una corriente intensa e infinita que lo va degradando más y más hasta dejarlo en nada. Es cuando muere Alejandra (esto se sabe al principio del libro) cuando Martín debe hacer un ejercicio de búsqueda y empieza buscando por su perdición, por las causas de la muerte de su amada y por los recuerdos que mantiene de ella. Pero poco a poco Martín va dándose cuenta de que ese camino lo lleva hacia una perdición todavía mayor y con sus últimas fuerzas emprende una retirada.

En resumen, en esta novela Sábato nos hace partícipes de una historia tan propia que hasta duele. Porque uno siente tristeza al entender el mensaje escondido en esta novela: Que todo está perdido y que sólo nosotros podemos darle un significado aparte del que creíamos que tenía escondido. Debemos hacer el mismo viaje que realiza Martín, un viaje tanto espiritual como real, en el que encontremos las cosas valiosas para nosotros y a las que podamos dar pleno significado. Martín encuentra su salvación en la misma tierra que cree muerta, pues encuentra un lugar que todavía no ha sido corrompido del todo por el hombre y en ese lugar encuentra su libertad. Esa misma libertad que antes le había faltado a él y a su país y que había desencadenado hechos terribles que habían transformado la vida de miles de personas. Pero ahora el mundo es otra cosa que debemos aprender a mirar con ojos nuevos.

Mi lectura de esta novela me ha hecho entender que somos tan pequeños como Martín perdido en Buenos Aires, pero que esa pequeñez nos da el origen para empezar a emprender lo que realmente podemos hacer con nuestra vida. "Sobre héroes y tumbas" es un regalo repleto de humildad, de sensibilidad y de puro amor al lenguaje que recomiendo a todo el mundo, sobre todo a quienes estéis perdidos/as.

Reseña de : Alfonso Javier Fernández De Gea