Crimen y Castigo y las similitudes con Breaking Bad.

No puedo ocultar ( tampoco quiero ) mi pasión acerca de la novela clásica. De Dostoievski me embriagó sus Noches blancas , leída en mi temprana adolescencia y adolecí de amor al igual que el protagonista, que ve como su realidad se desvanece, como su amor se derrumba como un gigantesco castillo de naipes embestido por una corriente de aire. Me decepcionó un poco aquellos Apuntes de la casa de los muertos ( novela a pesar de todo muy recomendada) quizás porque el realismo se ve frustrado ante los más que posibles intentos de censurar la obra del escritor que se establece como una crítica al antiguo régimen penitenciario ruso, pero no dejó de impresionarme esa realidad, ese frío tan patente de vivir enjaulado en Siberia. Pero vamos al grano ¿Porqué es tan mágica su obra, cómo consigue hacernos estremecernos con su Crimen y castigo?

Rodion Romanovitch es un estudiante normal y corriente, bueno, quizás no del todo. Su familia es pobre pero él es inteligente, a lo largo de la novela vemos como lo persigue un famoso artículo escrito por el mismo, un artículo al que todos tachan de ingenuo, propio de alguien joven, sin embargo, es un artículo que define la personalidad de nuestro protagonista y los motivos que le llevan a realizar un asesinato. No me digáis ahora que os he arruinado la novela, todos saben que Crimen y Castigo empieza (prácticamente) con el asesinato de Rodia a una anciana que empeña objetos con el fin de obtener dinero, sin embargo acaba matando también a Lizaveta, su criada. Después del doble asesinato la vida de Rodia da un giro, se ve perseguido por la culpa y por la fiebre, es decir, después de su crimen su conciencia le proporciona un castigo. Pero será mejor que vallamos por partes y que destripemos esta novela poco a poco.

Como podéis comprender, para analizar a nuestro protagonista, Rodion Romanovitch Raskolnikov, (También conocido como Rodia o simplemente Raskolnikov a lo largo de la obra) tenemos que dejar claro que los personajes de esta obra son bastante complejos, después de todo la maestría del novelista reside ahí, en la complejidad de sus personajes y en su no menos complejas relaciones. También debemos tener en cuenta que nuestro personaje ha dejado de ser alguien normal, acaba de asesinar a dos personas y su percepción del mundo cambia, quiere rehuir de su responsabilidad legal pero al mismo tiempo se autoinculpa así que la ecuación queda tal que:

Personaje complejo + personaje transtornado por un doble asesinato = 
personaje complejo de la hostia. 

Perdonen el lenguaje utilizado pero es que Raskolnikov ahora mismo está en una espiral, una de sus facetas (llamémoslo cara A) quiere justificar su asesinato ¿Recordáis ese artículo del que os hablaba? pues prácticamente dice que si alguien está destinado a grandes cosas tiene derecho a lo que sea ,incluso a matar ¿Impactante, verdad?. El propio Rodia intenta decirse así mismo que no necesitaba realmente el dinero, que quería experimentar, sentirse vivo. Además , está ese Petróvich que quiere casarse con su hermana aprovechando que tiene dinero y que le hace rabiar, y ese juez que lo persigue y le hace de enemigo intelectual. Así esta faceta de Rodia se muestra como un intelectual que se cree superior y que cumple su crimen por el único hecho de sentirse vivo justificándose como buenamente puede ¿ no os recuerda esto a alguien ?

Exacto, la cara A de Rodia nos recuerda a Walter White, el Heisenberg de la conocida serie Breaking Bad. Es cierto que Heisenberg es más egoísta, más inteligente y mucho más suertudo que Rodia, pero no podemos evitar encontrar algunas similitudes. Al igual que Todos, Walter comienza a delinquir cuando se da un momento crítico en su vida : se le detecta cáncer de pulmón. También Walter considera una ofensa el hecho de entregarse a la policía como solución, su orgullo hace que persista. Pero mientras a Rodia el dinero no le importa , Walter se mueve por el, quizás como una escusa, quizás solo quiere vivir esa vida hasta al final y morir siendo reconocido; pero si nos damos cuenta esto último también se parece a Romamovitch quien cree que es un gran hombre y por lo tanto , un asesinato es solo un medio para conseguir llegar donde los grandes hombres.

Pero Rodia desarrolla una segunda personalidad (cara B) que es imprescindible dentro del argumento de la novela, una personalidad creada al partir del castigo de su propia consciencia. Después del asesinato vemos a un Raskolnikov abatido, débil, febril, un cuerpo que carga tanto con la enfermedad como con la culpa. Su mundo da un vuelco y todo lo que ve le desagrada, se ve tentado varias veces a declarar su culpabilidad y se lo impide su orgullo, pero también se lo impide su miedo. Por que Rodia a pesar de todo quiere ser libre, quiere vivir, no deja de ser humano ya que la culpa lo consume y le hace incluso delirar en su enfermedad, pero con todo ello busca seguir adelante, redimirse, dejar de manipularse así mismo, de justificarse para no sufrir por su acto.

Esto nos recuerda a la culpa de Jesse Pinkman, el personaje que acompaña a Walter en Breaking Bad. (Si no habéis visto la serie podéis saltaros esta parte hasta que termine con Jesse). Mientras Rodia se ve manipulado por sus propias mentiras, Jesse es manipulado por la inteligencia de Walter durante toda la serie. Pero poco a poco empieza a vislumbrar la verdadera personalidad de su compañero, a darse cuenta de su ego, de su voluntad de marcar huella a cualquier coste. En este momento al igual que Rodia, Pinkman empieza a sufrir el castigo, se sumerge en si mismo, delira y vive en la irrealidad, intenta negar la sangre que ha derramado, pierde el sentido de las cosas. Pinkman es un retrato excelente del sufrimiento que conlleva el exceso de poder, exceso que también comete Rodia con ese doble asesinato.

He analizado los personajes de Breaking Bad por que es una serie conocida y porque ciertamente podrían haber salido de una novela de Dovtoiesky, pero estoy seguro que esta ambigüedad que caracteriza al protagonista de Crimen y castigo se ve en otros productos culturales.

La magia del novelista ruso no se ve solo en este personaje principal, también en la de otros personajes igualmente excelentes con sus propias características: La dulzura y la ingenuidad de Sonia, el amor, la firmeza y la valentía de Dunia, la inteligencia de Porfiri y su duelo contra Rodia, el excelente personaje que forma Katerina Ivánova y que muestra el sufrimiento provocado por la pobreza y la desgracia, etc. Un tanto que aportarle a Dovtoiesky es que construye personajes femeninos impactantes, fuertes, que llevan un peso en la novela y en sus hombros que son capaces de soportar, mujeres que no dudan y que van hacia delante, que cargan con todo aquello que tienen.

En definitiva, probablemente Crimen y Castigo sea una de las novelas más imprescindibles de la literatura clásica, una novela excepcional que estremece y que nos hace reflexionar sobre el curso de sus acontecimientos. 




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